Cuando era un niño, a Lucio Dalla (Bolonia, 1943) le gustaba contemplar en invierno los tejados nevados de su maravillosa ciudad, a la luz de la luna. Ese recuerdo le ha servido para titular su último espectáculo La Neve con la Luna, que presenta hoy en Madrid.
Dalla, un nombre ligado a éxitos de las dimensiones de Caruso, un tema del que se han vendido 50 millones de copias en el mundo, regresa después de 18 años de ausencia de los escenarios madrileños con este concierto, basado en su último disco, Il contrario di me, al que añade algunos viejos éxitos. "En Madrid pienso introducir también temas míos que han cantado Ana Belén, Víctor Manuel o Joaquín Sabina, porque la gente los conoce bien". La voz intensa de Dalla se escucha a través del teléfono mezclada con ruidos urbanos. O más bien, marinos, porque el artista habla desde su barco anclado en Taormina (Sicilia).
"Cambiar, hacer cosas diferentes, es lo único que me divierte", reconoce el maestro en esta entrevista en la que se declara votante de izquierdas y amigo de Berlusconi. "No creo que hoy día la derecha represente el poder, ni la izquierda la fuerza que lo combate", puntualiza. Dalla, un artista en perpetua ebullición creativa, se declara también un entusiasta de su pasado. "Incluso de las cosas malas que me han ocurrido. Al final lo bueno y lo malo se mezclan. Todo es lo mismo".
*Introducción a la entrevista.