Enviado por Miguel Paz a El Mostrador
Que la academia tome nota y elabore un plan para los tiempos que vienen en su empresa de formar periodistas y comunicadores. La última adquisición de The New York Times nada tiene que ver con lo que se enseña ni con lo que se aprende en los claustros universitarios. La compra del sitio FiveThirtyEight.com no sólo es una muestra de la necesidad de contenidos y perspectivas renovadas, también es un indicador sobre cómo está cambiando el diseño de los perfiles profesionales que los medios necesitan.
New York Magazine apodó a Nate Silver, fundador de FiveThirtyEight.com, como “El psíquico de la hoja de cálculo”. En abril de 2009 la revista Time lo incluyó en su lista anual de las 100 personas más influyentes del mundo. ¿Por qué? ¿Qué hace? ¿Qué tiene? ¿Qué puede? ¿Qué sabe?
Nate Silver vive en New York, pero nació en Michigan el 13 de enero de 1978, estudió Economía y se convirtió en el analista estrella de la política norteamericana durante el 2008. Ese año pronosticó los resultados (acertó en 49 de 50 estados) de las elecciones presidenciales de los Estados Unidos, cuando Barack Obama se convirtió en el primer presidente negro de ese país.
Se destacó –por no decir que les pasó el trapo olímpicamente- sobre todos los analistas políticos de los Estados Unidos. Mientras las plumas más sagaces de los medios se aferraban al análisis político tradicional, Silver pateó el tablero.
Él no investiga. Simula, procesa y concluye. Publicó sus primeras predicciones bajo pseudónimo de “Poblano”, pero cuando se percató de que daba en el clavo una y otra vez, comenzó a firmar sus proyecciones con su nombre real en su blog: FiveThirtyEight.com.
La clave de su éxito fue pensar y actuar como ingeniero, no como periodista. Adaptó a las condiciones de análisis político el sistema que había creado para hacer proyecciones sobre el desempeño de los jugadores de la liga de baseball, PECOTA (Player Empirical Comparison and Optimization Test Algorithm). Terminó escribiendo artículos y columnas para medios como ESPN.com, Sports Illustrated, Slate, The New York Sun y The New York Times.
Cuando le piden una opinión sobre algún asunto, como las elecciones o la ley de matrimonio gay en determinado Estado, Nate Silver no sale a la calle, moleskine en mano, a tomar la temperatura de la gente haciéndole preguntas. Procesa en su laptop toda la información digital disponible sobre el tema en cuestión, construye variables, juega con la aleatoriedad, simula artificialmente escenarios cientos de miles de veces y proyecta resultados. Sabe que vive en un cosmos de datos y que quien sepa cómo procesarlos puede hacer la diferencia. Y The New York Times paga por quienes pueden generar eso: diferencia y valor agregado.