lunes, 14 de marzo de 2011

El declive de la televisión informativa en EE UU


Por Antonio Caño

Barack Obama apenas empezaba a explicar hoy en Arlington (Virginia) las medidas que Estados Unidos ha tomado para ayudar a Japón, cuando la cadena MSNBC decidió desconectar la transmisión del discurso para dar paso a uno de sus comentarista, Richard Wolffe, con objeto de que éste analizase la reacción norteamericana a la tragedia japonesa.

Nada en contra del gran Wolffe, un brillante periodista que conoce bien a Obama, de quien ya ha escrito dos libros desde que es presidente. Pero esta vez ni él ni el público tuvieron ocasión de escuchar lo que Obama iba a decir sobre Japón. Incluso si el texto del discurso hubiera sido entregado con antelación a los responsables de las transmisión, hubiera sido una obligación ética y una medida básica de prudencia esperar a que el presidente pronunciara sus palabras antes de juzgarlas. Pero lo más grave de todo es que se privó al espectador del hecho puntual, de la declaración en sí misma, del producto preciso que debía ser motivo posterior de juicio, no solo del periodista, sino del ciudadano.
Publicado en El País. Lunes 14 de marzo 2010.