No es tan evidente que ya no estamos en el Siglo XX; que el dichoso siglo ya terminó hace bastante tiempo, que sus lógicas de interpretación ya bordean la inoperancia, que sus formas de pensamiento no tributan ningún rendimiento práctico, o que sus disputas ideológicas resultan tan irrelevantes para un mundo nuevo y con desafíos más urgentes que las antiguas urgencias de la Guerra Fría, por ejemplo. No, no es tan evidente.
Sólo bastaría darse cuenta de que vivimos regidos por una ‘Constitución de Guerra Fría’, con lógica de Guerra Fría, para tomarse más en serio la necesidad de escribir una nueva carta fundamental. Sólo bastaría darse cuenta que la necesidad ideológica de socavar la Educación Pública responde a una guerra de la más noble derecha chilena contra el sovietismo-comunismo-estalinismo internacional —así de jocoso— para tomarse más en serio la urgencia de encarar las nuevas demandas de las sociedades globalizadas del futuro con una educación pública robusta, actualizada y justa.
Enviado por Claudio Barrientos