miércoles, 17 de junio de 2009

Ronald Biggs: La Entrevista 1

Ronald Biggs




Entrevista al autor del robo del siglo
Ronald Biggs y la Gran Aventura de Robar


Por Enrique Symns, Octubre 1995


“No confíes nunca en un tipo decente. Lo son porque tienen miedo. Son incapaces de soñar y no quieren que nadie sueñe.”




El 8 de agosto de 1963, Ronald Biggs, junto a otros 15 genios del delito, inicio la era de los grandes robos de guante blanco, al asaltar un tren correo en Gran Bretaña y llevarse más de 7.000.000 de dólares. El golpe fue denominado “ El robo del siglo” y el mito perdura hasta nuestros días.


La mayoría de los integrantes de la banda, incluyendo Biggs, fueron atrapados, condenados y enviados a prisiones de alta seguridad. Pero Biggs “La Mente”, logró escaparse, vivió oculto varios años hasta que en 1970, apareció en Rio de Janeiro. Citó a una conferencia de prensa, se declaro ciudadano brasilero “ya que soy padre de un niño por tanto no pueden extraditarme a Inglaterra”. La policía inglesa que deseaba recuperar el dinero, no se conformo y planeó minuciosamente un operativo secuestro que se concretó el 16 de mayo de 1981. Aviones, helicópteros y barcos fueron utilizados para trasladar a Biggs hasta Barbados. El escándalo internacional, la presión dela prensa y del pueblo carioca obligó a los secuestradores a liberar a su rehén. Volvió como héroe y fue recibido por docenas de miles de cariocas.


El 8 de agosto de 1983, festejó los 20 años del éxito del robo con una gran fiesta popular. Junto a los Sex Pistols grabo como cantautor el tema “Nadie es inocente” y fue actor en el film “Prisionero en Río” que narra las alternativas de su vida. Ladrón, rocker, actor, guionista, hombre de valor y sobre todo un apasionado de la aventura.

¿Estarás cansado de contar el gran robo?

Sí, lo conté muchas veces. No siempre como realmente fue. Hay cosas que no pueden contarse.

¿Cómo fue que entraste en el robo?

Cuando estaba preso en la cárcel de Lews yo había escuchado algo sobre ese tren y la cosa empezó cuando salí en libertad. Estaba trabajando honradamente en un taller de carpintería y lo llamé a mi amigo Bruce Reynolds para pedirle prestadas 500 libras. Tenía que hacer unos arreglos en mi casa. Yo estaba teniendo una vida normal. Intentaba tenerla. Bruce me responde que no tiene las 500 libras pero tiene una idea que me puede hacer ganar 500.000 libras. Así empezó con una conversación delirante. Después empezamos a convocar gente, a tener reuniones. Tenía que ser gente especial. Era muy peligroso porque necesitábamos mucha gente y tenían que ser todos de confianza. Cada uno de nosotros tenía una tarea, yo por ejemplo, además de diseñar el plan, tenía la tarea concreta de acompañar al reemplazante del maquinista y a ese mantenerlo a raya, que no se asustara. Yo ni siquiera lleve un arma. Lo dominé con la mirada y hablando. Hay que hablarles mucho mantenerlos distraídos.

Me da la impresión que le quitaras importancia a tu rol, a ti te llaman “La Mente”.

Fue un robo sin cráneo, sin genio. Fue un golpe completamente democrático. Si la mayoría votaba que había que escaparse en bicicleta, nos escapábamos en bicicleta. Pero eramos hombres inteligentes y respetábamos la opinión de los especialistas. Fue un robo tan bien planeado y concretado que lo ensayamos dos o tres veces como una obra de teatro. Ensayamos el sistema de señales, la fuga.
Continuará